Hace tiempo que quería crear en el blog una pequeña sección esporádica en la que fuese hablando sobre las curiosidades que rodean a los personajes que aparecen en Cuentos de Bereth. No voy a dar nombres ni voy a especificar su protagonismo en las novelas para no hacer spoilers. Con todo, RECOMIENDO LEERLO DESPUÉS DE HABER TERMINADO LA MALDICIÓN DE LAS MUSAS. Sólo contaré ciertos detalles relacionadas con cómo se me ocurrió la idea de incluirlos o porqué el motivo de sus nombres o su aspecto.
Por fin he sacado tiempo y he decidido arrancar esta sección con el misterioso personaje del Flautista.
Como sabéis quienes habéis leído el libro, el Flautista aparece en La Maldición de las Musas. Y su historia, cuanto menos, es trágica donde las haya. El motivo principal por el que me decidí a incluirlo fue que, cuando estaba desarrollando el argumento completo de la trilogía, vi que tenía que remontarme a un pasado mucho más antiguo que el de los propios protagonistas de Encantamiento de Luna. Y fue entonces cuando recordé el cuento de El Flautista de Hamelin y lo muchísimo que me gustaba y me aterraba de pequeño.
Imaginad a un hombre vestido con ropas multicolores que se presenta ante un rey con la propuesta de hacer desaparecer todas las ratas de su reino a cambio de una mísera paga. Imaginad un rey tan vanidoso, egoista y mentiroso que una vez terminado el trabajo, decidiera no pagarle ni una moneda de oro. Imaginad más tarde al Flautista, enfurecido, llevándose consigo a todos los niños del reino y encerrándolos en una montaña para siempre como castigo... ¿No se os ponen los pelos de punta? Fue el hecho de pensar que por culpa de un solo rey tantos tuvieran que pagar lo que me llevó a crear las Poesías Reales en el Continente.
¿Y si os dijese que este cuento no es tan fantasioso como parece? ¿Y si os contase que realmente 130 niños desaparecieron en pos de un misterioso flautista el 26 de junio de 1284? Os dejo a continuación un texto que seguro os sorprenderá tanto como a mí cuando estaba trabajando en la novela... y en el que encontraréis semejanzas con la historia del origen del Continente:
La historia sobre el flautista de Hamelín aparece en crónicas y registros viejos desde la edad media. En la ciudad de Hamelín aparece un día un hombre misterioso vestido con ropas relucientes. Por cierta suma promete liberar a la ciudad, con ayuda de su flauta mágica de plata, de los repugnantes roedores.
Cumple su promesa, pero los concejales se niegan a entregarle la suma acordada. El flautista, enojado y decepcionado, se retira de la ciudad. Pero vuelve, y en la fecha de su regreso coinciden todas las versiones de la leyenda. Fue el 26 de junio de 1284.
En el año 1284 después del nacimiento de Cristo En el lejano Hamelín Ciento treinta niños, nacidos en este lugar Se fueron con un flautista a la montaña. Estas palabras están grabadas en un muro de la iglesia de Hamelín.
Sí, fueron ciento treinta niños a los que el flautista encantó con su instrumento y se llevó consigo por la puerta municipal del Este. Los niños lo siguieron hacia el lugar denominado Calvario, donde se celebraban las ejecuciones. Allí se perdió su rastro. Las madres desesperadas buscaron a sus hijos por todas partes, andando de una ciudad a otra, pero en vano. Nadie más volvió a ver a aquellos niños.
Probablemente en el siglo dieciséis el flautista se convirtió en cazador de ratas y esta figura aparece también en la narración literaria de los hermanos Grimm. Del tema se apoderó asimismo el escritor y poeta checo Viktor Dyk.
En su relato el cazador de ratas se enamora de la joven Agnes, en cuya casa encuentra refugio después de su llegada al pueblo de Hamelín. El amor es mutuo, pero posteriormente Agnes se da cuenta que está embarazada por sus relaciones íntimas con su antiguo novio. El cazador de ratas se enfada y decide abandonar el pueblo. Antes de hacerlo visita aún la taberna local. Allí se encuentra con el ayudante del Diablo quien le ofrece vida eterna si utiliza su flauta para hacer daño a la gente.
El cazador de ratas lo rechaza resueltamente y se retira del pueblo. Pero su amor hacia Agnes es más fuerte que su voluntad y lo obliga a regresar. No encuentra a su amada y cuando se entera de que Agnes se ahogó de pena y que su madre se volvió loca, decide con la ayuda de su flauta llevar a todos los habitantes de Hamelín al borde del precipicio de la montaña de Koppel.
No lo hace porque no se la haya pagado el dinero prometido, sino por desengaño amoroso. Al tocar su melodía, en la gente se despiertan los olvidados pecados. Los habitantes de Hamelín lo siguen hacia la montaña de Koppel donde terminan su vida con la esperanza de partir para una tierra donde haya abundancia de todo y donde les sean perdonados sus pecados. El cazador de ratas espera que volver a encontrarse con su amada Agnes, la única persona en su vida que fuera capaz de despertar en su alma algún sentimiento.
Sin embargo, no fueron sólo los artistas a los que atrajo la historia del flautista o cazador de ratas de la ciudad de Hamelín. A los historiadores les sorpendía sobre todo exactitud con qué se hablaba de la fecha del suceso. Todo parecía indicar que la leyenda se basaba en hechos reales.
En el medioevo las tierras de Europa Central y Oriental fueron "conquistadas" por colonizadores de los entonces sobrepoblados territorios del Oeste europeo, ante todo de Alemania y del norte de Francia. La colonización tenía su ordenamiento fijo. El que deseaba poblar algún territorio, ya fuera noble o religioso, tenía que contratar al denominado "localizador". Su cometido consistía en adquirir un número suficiente de colonos jóvenes y traerlos al lugar indicado. Allí tenían que tallar el bosque y fundar un pueblo. En recompensa quedaban liberados durante los siguientes diez años del pago de impuestos.
El flautista de Hamelín fue un "localizador" que trajo a los niños como futuros colonos - de la ciudad alemana de Hamelín a Moravia. Se supone que su nombre era Body. Según éste fue denominado también un pueblo en la región de Vyskov en Moravia del Sur " Boden, nombre que fue adaptado más tarde al checo como "Podomí".
Como veis, muchos de los cuentos populares tienen una base histórica real. Y cuanto más se estudia sobre ellos más se quiere saber, y más se lee y más se descubre y más interesan, y más, y más...
Mi pasión por estas historias, que espero haber reflejado en las dos primeras partes de la trilogía, ha ido creciendo a medida que iba preparándome para cada una de ellas eligiendo y desechando cuentos que entrelazar con las vidas de Duna y Adhárel.
Como curiosidad, os diré que en un principio mi Flautista no tenía ninguna máscara de Arlequín. Sin embargo, el verano pasado mis padres hicieron un viaje a Venecia y me trajeron una máscara TAN BONITA, con partituras dibujadas, cartas bajo los ojos y cascabeles en las puntas del gorro, que no pude resistirme a incluirla en la novela. Después de darle vueltas al asunto, cambié un pelín la descripción y el pasado del Flautista para ponérsela a él. Os dejo una foto de la susodicha:
Ahora bien, como el Flautista tenía que ir tocando el pífano tuve que reducirla a la mitad. Y para no confundirme, lo que hice fue visitar la página web de dicha tienda y ver si existía alguna máscara de media cara y que también contase con las puntas del gorro de arlequín... ¡Y sí! En resumen, la que yo describo en el libro tiene los colores y los grabados de la mía, pero la forma de la pequeña.
Como último apunte, os diré que, tal y como aparece en La Maldición de las Musas, el Flautista de los Hermanos Grimm tocaba un pífano y no una flauta. Os dejo una última imagen del instrumento.
Espero que os hayan gustado estas curiosidades. Dentro de poco, ¡más!
Un saludo,
Javier
Mi pasión por estas historias, que espero haber reflejado en las dos primeras partes de la trilogía, ha ido creciendo a medida que iba preparándome para cada una de ellas eligiendo y desechando cuentos que entrelazar con las vidas de Duna y Adhárel.
Como curiosidad, os diré que en un principio mi Flautista no tenía ninguna máscara de Arlequín. Sin embargo, el verano pasado mis padres hicieron un viaje a Venecia y me trajeron una máscara TAN BONITA, con partituras dibujadas, cartas bajo los ojos y cascabeles en las puntas del gorro, que no pude resistirme a incluirla en la novela. Después de darle vueltas al asunto, cambié un pelín la descripción y el pasado del Flautista para ponérsela a él. Os dejo una foto de la susodicha:
Ahora bien, como el Flautista tenía que ir tocando el pífano tuve que reducirla a la mitad. Y para no confundirme, lo que hice fue visitar la página web de dicha tienda y ver si existía alguna máscara de media cara y que también contase con las puntas del gorro de arlequín... ¡Y sí! En resumen, la que yo describo en el libro tiene los colores y los grabados de la mía, pero la forma de la pequeña.
Como último apunte, os diré que, tal y como aparece en La Maldición de las Musas, el Flautista de los Hermanos Grimm tocaba un pífano y no una flauta. Os dejo una última imagen del instrumento.
Espero que os hayan gustado estas curiosidades. Dentro de poco, ¡más!
Un saludo,
Javier
7 comentarios:
Pues yo no he leído Cuentos de Bereth (aún) pero leer la entrada no ha supuesto ningún spoiler en absoluto... auqnue supongo que la habría disfrutado más si hubiese sabido quién es el flautista.
De todas formas... ¡es alucinante! 0_o ¿Quién iba a decir que el cuento del falutista de Hamelín estuviese basado en hechos reales? La verdad es que ha sido muy curiosos enterarse, pero como digo a menudo, nunca te acostarás sin saber algo nuevo.
Me ha encantado, la Historia, como suele decirse muchas veces la realidad supera a la ficción. Y desde que los griegos crearon la literatura, los mitos de siempre se siguen repitiendo en distintos contextos.
El dios Pan
Los faunos...Me entiendes.
Un saludo me ha encantado el blog. Lo próximo las novelas.
bastante curioso la verdad xDD`^ pero a mi tambien me encantan los cuentos =D :D !!
besos javi!
Que bonitas las máscaras me encantan ^^
Que interesante lo que has encontrado del cuento porque de chica mi madre me lo contaba siempre. Espero que en el siguiente libro tambien pongas a personajes de cuentos interesantes como en los primeros.
lo leeré después del segundo que no me quiero spoilear jajaja
No he querido leer esta entrada antes porque no sabía quién era y no querías spoilers jajaja, pero como bien sabes, ya estoy bastante avanzada y lo he leído ahora. ¿Sabes que me he quedado flipada con la historia? Nunca imaginé que fuese basada en hechos reales. A mí también me encantaba y aterrorizaba el cuento del Flautista de Hamlín *-*
Las máscaras, simplemente preciosas.
Me encantan las mascaras. Y la historia me parece sorprendente.
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