Hoy voy a dejar un par de críticas cinematográficas en el blog. La primera es de
Tiana y el Sapo y la segunda, de
Precious. Las dos protagonizadas por mujeres negras, pero con un caracter muy diferente y dirigidas a un público muy distinto...
Tiana y el sapo no necesita presentación. Es la nueva película de Disney y con ella el estudio regresa a la memorable 2D. ¿La historia? La del príncipe rana, solo que con un pequeño matiz: no es él quien se convierte en príncipe tras el beso, sino ella la que se transforma en rana.
La verdad es que tenía MUCHAS esperanzas puestas en esta película. Cualquiera que me conozca mínimamente sabrá lo mucho que me gusta Disney desde que tengo uso de razón. La mayoría de sus clásicos los tengo en DVD y puedo cantar el 90% de las canciones de cualquier a de sus películas. Por ese motivo, que pudiera ver una película nueva en cine y en 2D a mi edad y después de tantos años de sequía, lo creía un sueño. Y debo decir que el filme ha superado mis expectativas con creces. Pero vayamos por partes:
La animación es una auténtica preciosidad. Si ya lo era cuando no había tantos medios, ahora que los efectos especiales están tan desarrollados, encontramos escenas que nos dejan con la boca abierta y nos ponen los pelos de punta (como el final). Sin embargo, todavía se percibe esa textura casera de los dibujos con los que crecimos; esas expresiones y gestos en los personajes que nos recuerdan a la Bella o a Aladdin o a Ariel. Y cada vez que reparaba en ellos, suspiraba como un crío.
La música, por otro lado, es agua de otro costal. Si bien la BSO inglesa no está mal y logra notable bajo (a pesar de no llegar ni de lejos a los trabajos del genial Alan Menken), el
DESTROZO que han hecho con la traducción española es abominable. No sólo por las voces escogidas, que no pegan nada con los doblajes de diálogos de sus personajes, sino también por lo
MAL TRADUCIDAS que están y por la falta de ritmo, de rima y de gusto que tienen. Por suerte, como la melodía hace mucho y los dibujos también, se pasan sin mucho dolor Pero vaya, que todavía me pregunto dónde han quedado los artistas que tradujeron canciones tan memorables como
¡Qué festín! o
Un genio tan genial. Dejando eso de lado, el toque de blues es un punto que enriquece mucho la película.
En cuanto a los personajes, ¡qué decir! Todos, a excepción del lacayo del príncipe Naveen, son bastante redondos (tanto como permite una película de estas características). Mención especial merecen
Tiana y
Charlotte. Ésta ultima por ser el personaje más divertido de todos y por su arrolladora personalidad, que roba el protagonismo de todo aquel que se encuentre compartiendo escena con ella.
Y ya para terminar, la moraleja. Sí, como he leído por ahí, la principal es aquella de no dejar de luchar por tus sueños, o también la de que el dinero no da la felicidad. Pero más allá de todo eso, lo que el espectador aprende junto a Tiana es que no se debe luchar sólo por lo que se desea, sino por lo que se necesita. Cosa que hasta esta película, Disney no había mencionado. Y es la lección de la princesa negra la que más me sorprendió de todas.
¿Lo mejor para mí? El final, que sorprende, encanta y emociona. Y la sombra del Doctor Facilier.
¿Lo peor? La Banda sonora española. Qué-tris-te.
En cuanto a
Precious, que la vi unas horas más tarde (sí, tuve sesión doble ahora que he terminado exámenes, jeje) me gustó, pero tampoco es que me dejase en éxtasis.
En pocas palabras, cuenta la vida de una chica de 16 años, obesa y embarazada por segunda vez de un hijo enggendrado por su propio padre, que la violaba desde pequeña. Con este panorama, que nadie espere otra cosa que no sea un dramón de principio a fin.
Es D-U-R-Í-S-I-M-A, pero no creo que alguien se meta a verla sin suponerlo. Con todo, a mí me enganchó desde el principio, y me descubrí temiendo, queriendo, odiando y simpatizando con todos los personajes del filme, no sólo con los protagonistas, sino también con los secundarios.
Considero que debería ser la actriz que interpreta el papel de la madre de Precious quien estuviera nominada a los Oscar y no la chica, pero eso es una percepción mía personal. Desde luego, la pregunta final que te haces es: ¿Le pueden pasar más cosas a esta pobre criatura?
¿Lo mejor? La interpretación de todos los actores.
¿Lo peor? Lo agotado que sales de tanto sufrir.
¡Un saludo!
Javier